Busca el sol, no la sombra, y disfruta del brillo que torna la vida mejor. No pierda el entusiasmo, pues es el aliento de cada día. Un ser sin entusiasmo no está realmente vivo, aunque respire. Mantener esta energía es el deber de todos nosotros. Por eso, solo mira el sol, las luces, lo bello que la vida insiste en mostrarnos; ignora lo oscuro, lo viejo, las cosas que deprimen y niegan la felicidad. Si los miras, míralos con otros ojos; con ojos de quien puede resolver esto, mejorarlo y tornar aún la más fea espina como una bella rosa.
lunes, 7 de abril de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario