martes, 15 de abril de 2008

DISTRIBUYE TU TIEMPO


Juega un rol preponderante en aquello que haces, pero dedica también algo de tiempo a otras cosas. Acostúmbrate a tomarte un respiro. Descansa un poco. Sin escuchar otra cosa que el silencio. Relájate, dándole prioridad a la tranquilidad. Recarga tu espíritu y re-enfoca tu mente en dirección a las cosas que consideras realmente importantes.Lo que consigues en el exterior proviene de la fortaleza que tienes en tu interior. Haz que esa fortaleza se mantenga saludable, en crecimiento y bien orientada. El poder que tienes en tus manos, de crear y lograr cosas, puede funcionar en tu contra o a tu favor. El rumbo que le des, nacido de la fuerza de tu espíritu, marcará la diferencia. Nutre la esencia de tu ser a partir de un tiempo, y de pensamientos, resguardados del clamor de un entorno complicado y una vida ajetreada. Luego vuelve a la cotidianeidad dando real sentido a cada uno de los instantes de esa vida.

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